Suecia medieval. Antonius Block, un caballero, regresa a su pueblo natal tras diez años de cruzadas en Tierra Santa. Y nada más llegar a la costa, se encuentra con la Muerte. El séptimo sello (Det sjunde inseglet) de Ingmar Bergman, si no es demasiado fiel históricamente hablando, es una genial película nada recomendable si lo que queremos es desconectar el cerebro delante de una pantalla.
Bergman sitúa, mediante múltiples símbolos, las preocupaciones existenciales de mediados del siglo XX (1957, para ser exactos) en medio de la epidemia de la peste negra que asoló Europa durante el siglo XIV, una época en la que el encuentro con la muerte era diario y existían formas más o menos dignas de sobrellevar la inevitable verdad. Antonius recibe la visita de la Muerte (que da una grima razonable), quien accede a jugarse la permanencia del cruzado en la tierra en una partida de ajedrez. Durante esta prórroga, Antonius comenzará la búsqueda incansable del sentido de la vida y tratará de alcanzar la serenidad ante la naturaleza desesperadamente incognoscible de Dios.
El séptimo sello, una producción no tanto histórica como filosófica, no deja precisamente muy buen cuerpo, pero es otro más de esos clásicos obligatorios para los que quieren quedar bien en conversaciones de tinte profundo. Buenos diálogos y grandes imágenes, con el añadido encanto del blanco y negro y el (muy, pero que muy) sutil humor sueco.
Supongo que lo interesante es que sólo habla al final, que en teoría es el momento más importante de la vida de una persona (la total aceptación humilde de que le ha llegado la hora).
Si, me gustó la forma en la narra ese momento, con la muerte llevándose a todos de la mano bailando. Desde luego tiene una forma de contar historias estupenda.
Vaya, me han entrado ganas de verla de nuevo :-)
Saludos.
Epa,
Fantástica película. Yo la vi allá cuando estaba en el último curso de Batxiller en clase de Ética y me gustó mucho.
Saludos.
De las que he visto de Bergman, mi favorita. ¡Las conversaciones con la muerte ante el tablero de ajedrez son enormes!
acabo de verla y me ha dejado completamente impresionado.
no tengo palabras.
Pues ahora a ver el resto y a comprobar si es cierto lo que dicen (que Bergman está sobrevalorado).
Una magnífica película, sin duda.
A mi me quedó la duda de la chica que acompaña al escudero, no entiendo el papel que tiene. Apenas dice o hace nada, pero chupa planos como si el director quisiera expresar algo.
Saludos de un lurker